Ante este escenario, vimos el potencial de dar una respuesta práctica a nuestras propias necesidades al iniciarnos en el enfoque de desarrollo Gurdjieff y el abordaje de sistemas complejos de Systematics de su alumno J. Bennett.  Nos pusimos manos a la obra y consolidamos los elementos dispersos de los que disponíamos sobre el ser humano y sus organizaciones en una armonia común.

Así fué cobrando forma el metamodelo Evolution Spirals que hoy en día, aplicamos en nuestras actividades de consultoria organizacional y coaching.  Es un mapa que nos ayudar a trabajar con nuestros clientes con continuidad y claridad y confianza.

Más allá de un método, es tanto una forma de pensar como una herramienta que revela las dinámicas universales de personas y organizaciones. Cuando logras comprender qué hace que una organización sea vital y evolutiva, es cuando logras ver más allá de los síntomas y del ruido, y empiezas a resolver aquello que realmente impide su estado optimo natural. Y de esta forma, liberar su sabiduría intrínseca para resolver sus desafíos, evolucionar y prosperar.

No hay que esforzarse para lograr evolucionar; basta con soltar aquello que lo está impidiendo.