Todo liderazgo que se pretende transformacional abarca estas tres dimensiones con coherencia: liderazgo inspiracional, liderazgo relacional y liderazgo estructural.
Para que todo sistema, organización, equipo, familia y/o individuo tenga vitalidad/motivación, es decir, ganas de levantarse por la mañana e ir al trabajo, necesita sentir: una razón para ello, pertenecer al sistema y seguridad.
El liderazgo inspiracional
Genera sentido en su doble significado: una razón de ser y una dirección.
Facilita que los equipos conecten con el propósito que da sentido a lo que hacen todos los días y genera sentido a lo que acontece, construye el storytelling.
El propósito moviliza a las personas a relacionarse
El liderazgo relacional
Genera una organización con la que se siente pertenencia. Facilita la comunicación, la confianza y la responsabilidad, a traves de espacios genuinos de conversación, expresión y conexión.
El sistema de relación da vida a la estructura organizacional
El liderazgo estructural
Genera seguridad en base a una estructura eficiente y eficaz. Facilita que las actividades y tareas se hagan de forma organizada con los procesos, roles y sistema de gestión pertinentes.
La estructura organizacional contribuye al propósito y la visión
Toda organización necesita que se lidere estas tres dimensiones. La ausencia de una dimensión, o incoherencia entre ellas hace que la organización caiga en la apatía.
Como líder tenemos una preferencia natural para una u otra dimensión a costa de las demás. Sin embargo, el contexto, la organización misma, o personas del equipo pueden necesitar atención a las demás dimensiones para mantener la vitalidad organizacional.
Esto es particularmente patente cuando hay conflictos, frustraciones en los equipos y con las tareas, o desafíos por el negocio.
Tener presente estas tres dimensiones del liderazgo transformacional te permite distinguir el síntoma del problema y saber dónde poner el foco, aunque no sea tu tendencia natural, tuya o de tu organización.
